Calidología Blog sobre calidad y gestión en organizaciones sanitarias

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¿Qué es la calidad asistencial? ¿Cuál es el estado del arte de la gestión de la calidad en las organizaciones sanitarias?

José Ignacio del Río Maza de Lizana, director de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía

El concepto de “calidad asistencial” aglutina muchos de los elementos que componen la evolución histórica de la gestión de la calidad. En sus prácticas y modelos podemos encontrar herencias de casi todas las fases por las que ha pasado la cultura de la calidad en sus pocas décadas de vida.

Control de la calidad

En la calidad asistencial se pueden identificar elementos muy circunscritos al primer estadio de esta evolución, el del control de la calidad, como son las auditorías de historias clínicas, la gestión correctiva de tratamientos ineficaces, el control de plazos de espera fuera de norma, o, llegado el caso, la gestión de quejas y reclamaciones. Todos ellos bajo la concepción – correcta – de que los resultados negativos, una vez se han producido, hay que corregirlos en la medida de lo posible, pero con la connotación, esta no tan correcta, de que esa ”no calidad” es inevitable.

Aseguramiento de la calidad

En su más amplia y común acepción, la calidad asistencial se podría resumir en la definición del Instituto de la Medicina de Estados Unidos (IOM):

“grado por el que los servicios asistenciales incrementan la posibilidad de resultados de salud deseados para individuos y poblaciones, en concordancia con el conocimiento profesional actual”.

Esta definición de la calidad asistencial es también coherente con la segunda fase del proceso evolutivo de la calidad, el aseguramiento de la calidad, es decir, un modelo donde la gestión de la calidad de los servicios sanitarios pasa de ser correctiva a preventiva. La ”no calidad” pasa de ser inevitable a minimizable. Y esto se consigue a base de hacer explícito (organizacional) el conocimiento sanitario implícito (individual). ¿Cómo? Pues estandarizando procesos y procedimientos asistenciales en base al mejor conocimiento y práctica disponible, por ejemplo creando listas de control en base a análisis de riesgos.

Gestión de la calidad

La calidad asistencial más reciente incorpora, además, elementos específicos de la gestión de la calidad más actual. Ahora, tanto la calidad como la ”no calidad” se planifican, miden y controlan a través de indicadores (KPI, PROM, PREM, etc.). Esto permite desarrollar ciclos de mejora orientados a objetivos en salud.

Calidad total

Lo que aún no se ha incorporado, al menos en la acepción más extendida de la calidad asistencial, es la capacidad de trascender lo estrictamente sanitario y los procesos puramente asistenciales. No se puede hablar de calidad total, uno de los paradigmas más vigentes, en una organización en la que sus procesos no asistenciales (estructura, estrategia, liderazgo, soporte, RRHH, aprovisionamientos, sistemas de información, etc.) no sean de calidad. Para que la calidad asistencial sea sostenible necesita de sistemas de gestión de la calidad que permitan asegurar la eficacia, eficiencia y seguridad de todos los procesos de la organización.

Mejora continua

De igual manera, la incorporación a la calidad asistencial de la filosofía de la mejora continua, la última razón de ser de la cultura de la calidad, necesita de esquemas mentales muy abiertos a la autocrítica cotidiana. Para ello es fundamental tanto la existencia de un sistema de gestión de la calidad extensivo y riguroso, como un liderazgo transparente y en absoluto autocomplaciente.

Solo así la ”no calidad” puede perder su sesgo negativo y convertirse en un elemento de aprendizaje, y la calidad asistencial en una fuente de inteligencia organizacional.